CRONICA DEL DÍA MÁS ESPECIAL DE MI VIDA PARTE III

Momento iglesia:

Llegamos a mi pueblo, y eran sobre las 12, y como vimos que había gente que pasaba, que estaba llegando nos tuvimos que esperar. Al final creo que yo debí de llegar a la plaza de la iglesia sobre las 12.10 o así. Alli nada más bajarme del coche, cuando mi tio me estaba ayudando con el velo me dijeron un par de señoras que estaban ahí esperando para verme, nena tu eres la de los carteles, jeje. Eso fue mi hermana y mi cuñado, que la semana de antes de la boda me habían llenado el pueblo de carteles y pintadas, entre otras cosas, jeje, y la pintada todavía está allí! Y lo que le queda! Jeje.

Cuando ya tenía el velo más o menos bien, por lo menos ya estaba yo toda fuera del coche, pues cogí a mi tio del brazo, y ahí fue cuando empecé a ver a todo el mundo, mis tios por parte de mi madre, primos, amigos, todo caras conocidas, que me miraban con asombro y me decían lo guapa que iba. También vi a unas mujeres, a las que les tengo bastante aprecio, son de mi pueblo y hago bailes latinos con ellas un par de veces por semana, junto con mi madre, habían venido a verme! Yo estaba bastante nerviosa en ese momento, me puse nerviosa yo creo que al bajar del coche… y leía en los labios de Susana, la hija de una de las mujeres con las que voy al baile y que es forera (Sugabla), tranquila, tranquila., y aunque parezca mentira, esto me tranquilizó, respiré hondo un par de veces y me fui hacia la puerta de la iglesia.

En la puerta de la iglesia nos paramos porque el fotógrafo nos estaba haciendo varias fotos, allí yo no se porque, no podía para de llorar. Veía a todas las caras conocidas de la gente a la que quiero, esperándome, con sonrisas dibujadas en sus caras, no se como explicarlo, pero fue un momento muy emocionante. Miré a mi tio, y también tenía lagrimas en los ojos. Mi hermana me dijo que habían contratado a un amigo pianista, para una sorpresa que ahora luego os cuento, y que me tocó la marcha nupcial, pero yo ní la escuche. Solo buscaba con los ojos a Sam, que todavía no lo veía.

Llegó el momento de ir hacia el altar, mis primitas pequeñas me llevaban las arras y los anillos. El fotógrafo estaba agachado delante de nosotros tomandonos fotos, y yo… no podía parar de llorar. Ya veía a Sam, de lejos, la cara no se la veía, veía a su madre, y veía muchas caras familiares, de aquí de España, de Valencia, de Barcelona, de Castellón, de Cuenca… y de diferentes partes de Inglaterra, que habían venido a mi boda! La sensación fue indescriptible, no puedo expresarlo, pero me subía una emoción y una sensación de bienestar, de felicidad… fue el momento más emotivo de toda la boda para mi, la verdad, y cuando me giré y vi a mi tio llorando… ya si que no podía parar, iba con la lagrimilla.

Empezamos a andar hacia el altar, veía las caras de mis amigas, todas sonriendo, mis primas, mis tias, la familia de Sam, amigos ingleses… y ya nos aproximábamos al altar. Cuando llegué le dí un beso a Sam, y ahí ya parece que me tranquilicé un poquito y se me pasó la plorera, me dijo que estaba guapísima, y empezó la ceremonia.

LAS FOTITOS VAN LUEGO